¿Qué es Manos a la Obra?
Es un proyecto que intenta articular las Instituciones Universitarias y de Educación Superior con la sociedad, buscando que los estudiantes puedan volcar sus conocimientos en la ayuda y el trabajo conjunto con la comunidad a través de una atención específica, concreta y limitada en el tiempo.
Manos a la Obra es el marco en el cual se incluiyen, a su vez, varios subproyectos específicos, de acuerdo a las carreras a las que pertenezcan los estudiantes involucrados y a las problemáticas presentes en la comunidad. Cada uno de estos subproyectos aportará objetivos específicos propios, como así también su metodología, actividades y destinatarios.
¿Para quién es Manos a la Obra?
Jóvenes mayores de 18 años
Estudiantes de nivel terciario y universitario
Jóvenes en edad universitaria que no estén estudiando
En interacción con la comunidad escogida en la cual se desarrollará el proyecto.
¿Por qué hacemos Manos a la Obra?
Manos a la Obra es una propuesta que impulsada por la Pastoral Universitaria de Tandil y cuyos dos objetivos principales son:
Objetivo externo: Poner los conocimientos universitarios al servicio de aquellos que más los necesitan, diseñando y ejecutando proyectos que propicien la promoción de la comunidad.
Objetivo interno: Posibilitar un espacio de encuentro y convivencia entre los estudiantes, generando lazos de amistad entre ellos.
Fundamentación El presente proyecto surge como propuesta de la Pastoral Universitaria de Mendoza en el año 2006, con la intención de gestar un espacio para que los estudiantes universitarios puedan brindar a una comunidad que lo necesite aquellos conocimientos en los que se están formando. En el año 2007 un grupo de jóvenes, miembros de la Pastoral Universitaria de Tandil (PUT), participamos en la experiencia con la idea de adaptarla e implementarla en el marco de nuestra realidad diocesana. Frente a las diversas situaciones de vulnerabilidad social y las dificultades que poseen amplios sectores de nuestra sociedad para acceder a servicios profesionales -en especial aquellos que habitan en comunidades rurales o urbano marginales- y entendiendo que la universidad pública-estatal debe asumir una indelegable función social, propendiendo al desarrollo comunitario; es que decidimos impulsar “Manos a la Obra”. El mismo tiene como objetivos: por un lado, diseñar proyectos desde la especificidad de cada carrera que busquen la promoción de la comunidad; y por otro, posibilitar un espacio de encuentro, reflexión, espiritualidad y convivencia entre estudiantes universitarios, generando lazos de amistad entre ellos. La pobreza material es una realidad que golpea y lastima nuestro ser social, menoscaba la dignidad propia del ser humano. Como jóvenes universitarios nos sentimos interpelados por esta realidad. Ignorar o no comprometerse frente a las condiciones de exclusión y dolor en las que viven muchos de nuestros hermanos es contradecir la opción preferencial de Jesús por los pobres:
“…Dios en Cristo no redime solamente la persona individual, sino también las relaciones sociales entre los seres humanos [...] no podemos concebir una oferta de vida en Cristo, sin un dinamismo de liberación integral, de humanización, de reconciliación y de inserción social.” (Doc.Aparecida 359)
De esta manera, intentamos articular la universidad con la sociedad, buscando que los universitarios puedan volcar sus conocimientos en la ayuda y el trabajo conjunto con la comunidad a través de una atención específica, concreta y limitada en el tiempo. Esto posibilita que los jóvenes asuman una participación transformadora de la sociedad, desarrollando su creatividad en el diseño y evaluación de proyectos. Este proyecto es el “marco” en donde se incluyen, a su vez, varios subproyectos específicos, desde las disciplinas en las que se están formando los estudiantes involucrados. Cada uno de estos tendrá objetivos específicos propios, como así también metodología, actividades y destinatarios. Manos a la Obra se conforma de dos etapas:
En una primera etapa, se realiza la elección del lugar, contactos con los referentes y a partir de un diagnóstico de la realidad social, se elaboran los subproyectos desde los grupos de trabajo conformados por estudiantes de las diversas carreras.
En la segunda etapa, se lleva a cabo la implementación del proyecto durante aproximadamente 5 días, a través de dos dimensiones simultáneas: las actividades a nivel interno, entre los estudiantes, dentro de un marco de convivencia que permita una mínima vida en común y aporte a la formación como futuros profesionales; y las actividades a nivel externo, específicamente destinadas al aporte solidario a la comunidad.
“La necesidad de construir el propio destino y el anhelo de encontrar razones para la existencia pueden poner en movimiento el deseo de encontrarse con otros y compartir lo vivido, como una manera de darse una respuesta. Se trata de una afirmación de lalibertad personal y, por ello, de la necesidad de cuestionarse en profundidad las propias convicciones y opciones...”